Estoy cansado de estar entrampado en mi trabajo, de Trump y sus justificaciones, defensores y atropellos, de la competencia, de los buenos y los malos y de los perdedores y ganadores. Estoy cansado de los lindos y los feos. Estoy cansado del egoísmo y del «ése no es mi problema». Estoy cansado del dinero y de la violencia. Estoy cansado del amor por interés y de la mentira. Estoy cansado de buscar gente buena, que escuche y me cuente sus cosas sin miedo.
Estoy cansado de ver en los diarios gente morir por miles de motivos y de pensar que debo vivir todo lo que pueda porque me puede tocar a mí en cualquier momento. Estoy cansado de tener que planificar todo para que el futuro no me atrape desprevenido.
Estoy cansado de sonreír a mis jefes y a mis subordinados simplemente porque es lo que corresponde. Estoy cansado de no poder vivir otra vida donde la prioridad sea la generosidad, el respeto y la paz.
Estoy cansado de los políticos y de los «businessmen» que existen gracias a que hay suficientes pobres que los sostienen.
Estoy cansado de buscar el amor y sólo encontrar momentos.
Aún así, sigo viviendo, porque no me he cansado todavía de tener esperanza…