Fin de la vida…

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Una tarde como tantas…

Vemos muerte todos los días, en los diarios, en la TV, en las películas. Muertes reales, muertes irreales. Números de muerte, estadísticas, fotos de cadáveres, de asesinos y de asesinados. Distintos tipos de muerte, naturales, accidentales, ataques terroristas o en una autopista. Pero cada tanto nos toca de cerca. Así, un día, como el de ayer, ayer, un día más de tantos, algo caluroso, «parcialmente nublado», mi amiga murió; fue muriendo de a poco, lentamente, cada día un poco más fue alejándose de esta vida, de este mundo. Ese cuerpo fue diciéndole adiós a su alma y nos fue diciendo adiós a todos. Esa belleza corporal fue desapareciendo. Esa carne fue desapareciendo. Esas fuerzas fueron muriendo. Su voz se fue apagando y un día sus ojos se cerraron. La última vez que la ví ya casi no respiraba, inconsciente, tal vez escuchando mis palabras o sintiendo mi mano tibia en la de ella, en su lecho de muerte. Quién sabe dónde estaría en ese momento y dónde esté ahora. Ya inició ese viaje misterioso a quién sabe dónde y a donde llegaremos todos, algún día…Adiós amiga…yo sigo aquí, luchando, buscando la felicidad, viviendo…espérame…ya llegaré, cuando mi cuerpo también se canse. Un día, como el de ayer, murió mi amiga. Esa tarde, la de ayer, el sol brillaba enfrente mío, las nubes, gigantes, dejaban ver sus rayos. La belleza era increíble. Era la última tarde de mi amiga Elena sobre la Tierra…

Autor: daniel

Este es un "work in progress", un viaje que no se a donde me lleva...

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