Inmigrante

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Hoy

Hoy es martes 10 de marzo. El coronavirus esta por ahi…esperando…agazapado… Algunos lo ignoran…otros lo temen…pero la vida sigue…sin pausa…el instinto de superviviencia…Roberto sale a su trabajo, toma su bicicleta…sigue su camino como todos los dias…por esos caminitos entre los arboles…pensando en su novia…en sus proyectos…en su madre…en su futuro. Cruzó aquel río tanto tiempo atrás buscando un futuro o escapando de su suerte. Ahora recorre todos los días esos caminos entre los bosques y casas de aquellos adinerados que lo mandan, que poseen el negocio donde trabaja por unos dolares al día. Y la vida se va en ello. A la noche no hay tiempo para pensar o razonar o intentar cambiar nada. Así esta programado este juego del que él es parte. El cansancio, la necesidad, comer, vestirse, dormir consumen todo el tiempo y el dinero. Asì funciona. Llega a la noche, cansado, malhumorado, buscando solaz en esa mesa con comida que antes no tenía, en esa cama blanda que antes no tenía, en esa casita que nadie va a robar esta noche. Y ese es su tesoro…el tesoro de su vida de inmigrante. El tesoro del pobre, del desarraigado, del que no tiene nada y ahora lo tiene todo…porque eso es todo para él…y sigue…con su bicicleta, cada día…y hoy llueve…pero no importa…es feliz…